Consultas y sugerencias: edudis@unpata.edu.ar
 

 
 
Un mineral se puede formar a partir de los siguientes procesos:

- Magmatismo: este proceso es el responsable del origen de la mayoría de los minerales.
El magma está compuesto por silicatos fundidos -a una temperatura superior a 1360°- que se originan dentro del manto y la corteza terrestre. A partir de ellos se forman las rocas ígneas por cristalización.
Durante el enfriamiento del magma hasta su consolidación como roca ígnea se suceden distintas etapas, las cuales generan diferentes minerales. Por ejemplo: el oro, el platino, el diamante, el hierro, el cromo, el níquel, el cuarzo y los feldespatos, entre otros, son minerales de origen magmático.


Fuente: Atlas de Geología. Font-Altaba y San Miguel.

- Meteorización: se la define como el proceso de desintegración o disolución “in situ” de rocas preexistentes debido a agentes externos tales como lluvia, viento, hielo, animales excavadores, etc.
La meteorización libera muchos minerales de la roca que es atacada por alguno de los agentes exógenos nombrados. Estos minerales son transportados en solución (por ríos, mar) o mecánicamente (por acción de agentes exógenos: viento, lluvia, etc.) hacia cuencas sedimentarias o bien se acumulan formando depósitos de minerales de interés económico o industrial. También tienen lugar procesos orgánicos como el crecimiento de plantas y animales, a partir de los cuales se forma hulla o petróleo.
Ejemplos de minerales originados por meteorización son arcilla y bauxita.

- Metamorfismo: este proceso implica la transformación o metamorfosis de una roca en otra llamada “roca metamórfica” como consecuencia de cambios de presión o temperatura.
Las nuevas rocas así formadas sufren cambios estructurales y mineralógicos.
Los minerales existentes se transforman en otros que son estables en las nuevas condiciones de temperatura o presión.
Ejemplos de minerales metamórficos son cianita, almandino, sillimanita, etc.
 

Volver a Generalidades