Dureza: es la resistencia que opone una superficie lisa
de un mineral a ser rayado.
La dureza se puede medir de dos maneras:
- en forma absoluta, utilizando un aparato llamado
durómetro o esclerómetro,
- en forma relativa, comparando la dureza del mineral
estudiado con otros de dureza conocida. Es el método más
rápido. Se efectúa empleando la Escala de dureza de Mohs que
está compuesta por diez minerales, ordenados
correlativamente desde el más blando (talco) al más duro
(diamante):
- Talco
- Yeso
- Calcita
- Fluorita
- Apatita
- Ortosa
- Cuarzo
- Topacio
- Corindón
- Diamante
Para determinar la dureza se va probando progresivamente
con los distintos minerales de la escala. Por ejemplo, si el
mineral problema es rayado por la fluorita -dureza: 4- y a su
vez ese mineral raya a la calcita -dureza: 3- significa que
dicho mineral tiene una dureza relativa entre 3 y 4.
Estos diez minerales se pueden también agrupar en:
- Muy blandos: se rayan con la uña. Son los que tienen
dureza 1 y 2.
- Blandos: se los puede rayar fácilmente con un
cortaplumas o con un vidrio. Son los de dureza 3 y 4.
- Semi-duros: se rayan con dificultad con un clavo o con
un cortaplumas. Son los de dureza 5 y 6.
- Duros y muy duros: rayan al vidrio y al acero. Son los
de dureza 7, 8, 9 y 10.
Otras propiedades que dependen de la estructura cristalina
son:
Clivaje: propiedad que presentan algunos minerales
de separarse, según ciertos planos -planos de clivaje- cuando
son golpeados.
Fractura: es la forma irregular en que se presenta
la superficie de un mineral al romperse.
Tenacidad: es la resistencia que ofrece un mineral a
la ruptura, trituración, curvatura o seccionado.
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