Cuando se emprende
la tarea de recolección de algas marinas es necesario considerar
ciertos detalles.
Para comenzar hay que poner especial atención a los horarios de
bajamar y de pleamar en la playa elegida. Estos datos pueden
consultarse en una tabla de mareas que es posible obtener en
bibliotecas, en librerías, en la Prefectura Naval o en diarios
locales.
En la costa patagónica la amplitud de mareas oscila alrededor de
los 6 metros.
Es conveniente iniciar la recolección cuando la marea comienza a
descender. Se debe llevar la ropa adecuada para trabajar con
comodidad según la estación del año, botas de goma, suficiente
cantidad de bolsas de polietileno, frascos, un cuchillo, etiquetas
de papel de plano, un lápiz, un balde y un cuaderno de campo.
Para caracterizar a las algas desde el punto de vista ecológico
es importante anotar todos los datos relativos a nivel, sustrato,
especies acompañantes, etc. Si van a ser estudiadas en uno o dos
días pueden llevarse en agua de mar al laboratorio. De no ser así,
deberá prepararse una solución para conservarlas agregando al agua
de mar formaldehído al 4%. Se recomienda evitar el contacto de esta
solución con la piel y los ojos por su toxicidad.
Para herborizar un alga tenemos que disponerla en una bandeja con
agua de mar y acomodarla con ayuda de un pincel sobre una hoja de
papel canson o cartulina. Luego volcamos el agua con suavidad por un
extremo y cubrimos el ejemplar con un lienzo blanco fino y varias
hojas de papel absorbente -similar al usado para imprimir periódicos-.
Estas hojas deben ser cambiadas al principio diariamente, sin
retirar el lienzo. Por último, los papeles con algas se apilan y se
colocan en una prensa o bajo un objeto pesado.
En la ilustración podemos observar la disposición de los
materiales utilizados en el herbario.

Estos herbarios permiten la conservación del material en seco por
un tiempo indefinido. Es necesario que los pliegos lleven en el
extremo inferior derecho una etiqueta con los datos de
clasificación, el lugar, la fecha y el nombre de la persona que
realizó la recolección.
La herborización de los ejemplares con esta técnica nos permitirá
contar con hermosos cuadros naturales. Aunque es conveniente
conservar también algunos ejemplares idénticos en una solución
salina de formaldehído. Para ello deben utilizarse frascos
identificados con etiquetas de papel vegetal escritas con lápiz o,
mejor aún, con tinta china. Esto nos permitirá realizar
posteriormente algún corte histológico del material para profundizar
su estudio cuando sea necesario.
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