Forrajes para
ganado
Europa es el continente en el que se utilizan con más frecuencia
algas en alimentación animal, especialmente algas pardas
Fucales y
Laminariales.
La adición de iodo debe ser controlada muy estrictamente en la
dieta animal. Por ejemplo, en los caballos la cantidad óptima se
encuadra en límites estrechos, y su exceso puede ser pejudicial.
Unos 100 g sería la cantidad correcta en la ración de los equinos.
En la costa de la provincia de Santa Cruz han sido observadas
ovejas alimentándose de algas. Sin embargo, se debe tener en cuenta
que el alto contenido mineral que poseen -especialmente potasio,
sodio y cloro-puede producir trastornos digestivos en los animales.
El agregado de algas parece ser beneficioso para la calidad de la
leche y la cantidad de esperma, probablemente por el alto contenido
de vitamina E o también por la acción del iodo orgánico sobre la
tiroides.
Otros usos
Un campo adicional de utilización de algas en alimentación animal
ha sido abierto por el gran desarrollo de la acuicultura. Algunos
organismo marinos pueden ser criados en base a alimentación directa
con algas frescas. Tal es el caso de los erizos -aprovechados por
sus gónadas en Japón y Chile- y los abalones -ampliamente aceptados
en el mercado internacional-.
Por otra parte, las dietas de animales de criadero para la
obtención de cueros -como nutrias y zorros- son homogeneizadas con
alginatos crudos. Sucede lo mismo con comidas para peces a las que
se agregan alginatos en concentración de 1 ó 2%.
Una alternativa a la utilización de los alginatos -que puede
resultar más económica- es la adición de algas pardas finamente
molidas.
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